Lección 3:

La Biblia como texto literario

Foto: Millennial biblical literacy exceeding other generations. Fuente: Burlap Media

EL CRISTIANISMO es la religión más literaria del mundo. Esto no debería sorprendernos, porque el libro sagrado del cristianismo es verdaderamente una obra literaria.
Esta es una verdad que el mundo de la erudición bíblica ha redescubierto en la última cuarta parte del siglo XX, mientras que ocurría una revolución silenciosa en cuanto a los enfoques de la Biblia. Las preocupaciones y estudios del trasfondo histórico, el contenido teológico y el proceso de composición, han dado lugar a un enfoque en el texto bíblico mismo, un interés por las formas y estilo de los escritos bíblicos y una preocupación por ver la unidad y la integridad de sus textos. 

La conciencia literaria de los escritores bíblicos

Foto: KING SOLOMON WRITING KOHELET . Fuente: Artnet

"Y cuanto más sabio fue el Predicador, tanto más enseñó sabiduría al pueblo; e hizo escuchar, e hizo escudriñar, y compuso muchos proverbios. Procuró el Predicador hallar palabras agradables, y escribir rectamente palabras de verdad." (Eclesiastés 12:9-10)

Hay varias cosas importantes en estos versículos. Una es la imagen del escritor como un compositor que elige con cuidado sus palabras, mientras va seleccionando y acomodando todo el material. Un segundo aspecto a observar es la habilidad artística y la belleza de expresión del escritor al buscar elegir "palabras agradables". Y un tercer asunto, es la elección que hace el escritor de un género literario específico; en este caso, proverbios. Todos los escritores de la Biblia eligieron consciente y cuidadosamente los géneros literarios en los cuales expresarían lo que Dios les había comunicado. Utilizando clasificaciones tales como crónicas, dichos o proverbios, cánticos, himnos, quejas, parábolas, evangelios, apocalipsis, epístolas y profecía, demostraron tener un conocimiento sofisticado de esos géneros.

Sumado a esto, podemos ver que los escritores siguieron estructuras literarias muy sólidas, tal como se conservan hoy en día. Esto es, narrativas con principio-desarrollo-conclusión. Los poetas bíblicos, por ejemplo, empleaban las tres partes del desarrollo de salmos de alabanza (introducción, desarrollo, resolución), y las cinco partes de los salmos de lamento (invocación, queja o reclamo, plegaria, declaración de confianza, y promesa de alabanza).

Como último aspecto a considerar respecto a este asunto, los escritores no sólo eran conscientes de la literatura de su tiempo, sino que la emplearon para redactar a sus contemporáneos. Por ejemplo, los Diez Mandamientos tienen una estructura literaria similar a los tratados de protectorado de los reyes hititas. Cantar de los Cantares posee una estructura poética literaria muy parecida a los poemas egipcios de amor. El libro de los Hechos de los Apóstoles describe los viajes y juicios tal como la literatura griega.

La literatura como género

Antes de explicar los géneros literarios bíblicos, es necesario definir literatura. Cuando algo es escrito en un género en particular, como poesía o narración, sabemos que ese escrito pertenece a un género mayor que incluye a todo, que es la literatura.

Foto: Géneros - 303 - Claves literarias. Fuente: Google Sites

La experiencia humana

La literatura tiene como centro de su acción a la experiencia humana. Esto significa que el objetivo no es simplemente compartir información o que el lector capte ideas, sino que entren en juego sus emociones y sentimientos, y que la literatura transforme la acción del leer en una experiencia vívida.

La literatura se encarna en historias y ejemplos para vivir lo que dice. Es decir que, más que declarar algunos conceptos, los actúa. Por ejemplo, la Biblia hace una declaración del estatuto "No mataras", pero encarna ese principio en la historia de Caín y Abel. Otro ejemplo podemos encontrarlo en Jesús, quien hace uso de la palabra "prójimo", pero la aplica a una historia específica que nos hace vivir esa expresión (la parábola del buen samaritano).

¿Qué implica esto? Esto significa que el lector de la Biblia, cuando se dispone a leerla, debe revivir el texto tan vívida y concretamente como sea posible, compartiendo los escenarios de una historia o las imágenes de un poeta. Lo que se ha leído no debe suprimirse a una mera idea, sino a una experiencia.

Géneros literarios

A través de los siglos, la literatura ha sido definida por sus géneros o tipos literarios. Hay estilos literarios por naturaleza, como la historia, la poesía y el drama, y otros son mas bien expositorios (proveen información), como las crónicas históricas, los tratados de teología, y las genealogías. Cada estilo literario tiene sus propias características y usos. Conocerlos, nos permitirá comprender bien el texto y las intenciones del escritor, sumergirnos en lo escrito mediante patrones identificables, y realizar correctas interpretaciones del texto. La lista de estilos que podemos encontrar en la Biblia son:

  • épica
  • historia de los orígenes
  • historia de un héroe
  • tragedia
  • drama
  • sátira
  • poesía lírica
  • epitalamio (poesía de boda)
  • elegía (poesía funeral)
  • encomio (un poema o ensayo en alabanza de una cualidad o tipo de carácter)
  • proverbio
  • parábola
  • escrito visionario
  • epístola
  • oratoria

Recursos especiales

La literatura hace uso de muchos más recursos del idioma que los que se usan en el diario hablar. Un gran ejemplo es el lenguaje figurado, que incluye la metáfora, el símil, el simbolismo, el lenguaje connotativo, la alusión, los juegos de palabras, la paradoja, la ironía y las palabras que tienen más de un significado. También se utilizan arreglos de frases o patrones retóricos (series de preguntas o declaraciones que siguen un patrón común), preguntas retóricas, construcciones de preguntas y respuestas, diálogos imaginarios, y la concisión de un proverbio. Esto es precisamente lo que hace a la Biblia una obra literaria: el uso de complejos recursos del idioma por parte de los escritores para llamar la atención del lector y sumergirlo en una experiencia completa.

La narrativa bíblica

La forma literaria que más predomina en la Biblia es la narrativa. La Biblia es, mayormente, una serie de hechos intercalados, cuyo protagonista es Dios, relatando la historia de la salvación, e incluyendo la historia de la creación, de la providencia, del juicio y de la redención de Dios.

Foto: Batalla de Jericó. Fuente: Mundo Antiguo.

La forma en que operan las historias

Las historias constan de tres elementos básicos: el escenario, los personajes y la trama. Estos elementos juntos tratan sobre diversos temas.

Los escenarios son físicos, temporales y culturales, y tienen dos funciones principales en las historias. Siempre son parte de la acción, proveyendo un sitio apropiado para las acciones de los personajes y permitiendo que la historia cobre vida en la imaginación del lector. A menudo un escenario también tiene importancia simbólica. Por ejemplo, en la historia de Lot, Sodoma es una ciudad física pero también una monstruosidad moral. El hecho que Dios la haya destruido muestra un significado en sí mismo: el juicio de Dios contra el pecado.

Los personajes de las historias se nos presentan de maneras variadas: por lo que el narrador nos dice acerca de ellos, por las respuestas de otros personajes a ellos, por sus palabras y pensamientos, por lo que ellos dicen sobre sí mismos y sobre todo por sus acciones. Sobre las bases de lo que les ocurre a ellos, los lectores de la Biblia pueden sacar conclusiones acerca de la gente en general.

La trama, o acción, es la columna vertebral de la historia. Las historias se forman alrededor de una o más tramas de conflictos que pueden ser conflictos físicos, conflictos entre personas o conflictos de carácter moral/espiritual. La trama de un conflicto tiene un comienzo, un desarrollo discernible y una resolución final.

En la progresión continua del conflicto o conflictos de la trama, el lector participa a través de la acción con un personaje central que se conoce con el nombre de protagonista. Colocados contra él o ella están los antagonistas. Las estrategias comunes de la narrativa son mostrar al protagonista en situaciones de prueba y situaciones que requieren una elección.

Historia de los orígenes

Relatan los sucesos en los comienzos, como Génesis 1-3.

Historias de héroes

Se construyen historias alrededor de la vida y hazañas de un personaje, protagonista o héroe. En estos sucesos se personifican valores y luchas típicas de una sociedad. Ejemplos: Noé (Génesis 6-9), Abraham (Génesis 12-25), Gedeón (Jueces 6-8), Rut, etc.

La épica

Es una narrativa de destino nacional. Incluye lucha, conquista, dominio y reino. Elementos importantes también son los escenarios sobrenaturales, personajes, y eventos. Las historias aquí se desarrollan alrededor de una proeza que lleva a cabo un héroe épico y, generalmente, incluye una conquista militar. Ejemplo: Éxodo, aventuras de Pablo.

La tragedia

Expone calamidades extraordinarias. Se ve un movimiento de la prosperidad a la catástrofe.  Se suele ver un héroe trágico; alguien de alta sociedad quien en un momento trágico debe realizar una elección demostrando un gran carácter. Incluye seis elementos: dilema, elección, catástrofe, sufrimiento, comprensión, muerte. Ejemplos: caída de Adán y Eva, el liderazgo de Saúl, la historia de Sansón, etc.

Los Evangelios

Los Evangelios son singulares, pero más que nada por su contenido y protagonista que por su forma literaria. Son una historia de héroe ampliada y mantienen el enfoque en Jesús, sus enseñanzas y hechos. Se trata de organizar todo cronológicamente aunque no es de una sola acción, sino en episodios.

Las parábolas

Son breves historias imaginarias que presentan ideas fáciles de captar y, por lo general, tratan de algún aspecto del Reino de Dios. Los ingredientes de la narrativa incluyen el realismo sencillo, la simplicidad de la acción, el suspenso, los contrapuntos (destacados contrastes), la repetición (incluyendo la repetición triple), el estrés al final, los personajes universales y arquetipos. Muchas de las parábolas incluyen un elemento de irrealidad o exageración-una «grieta» en el realismo dominante que nos incita a explorar más allá de la simple superficie lo que comunican las historias. Ejemplo: parábola del sembrador de Jesús.

Poesía bíblica

El segundo género literario más prominente en la Biblia es la poesía. Se identifica a la poesía por medio de dos rasgos principales: se escribe en forma de verso y tiene un idioma o estilo poético.

Foto: Proverbs 31 as an Acrostic Poem. Fuente: Bible Odyssey

El paralelismo

La forma en verso de la poesía bíblica se conoce con el nombre de paralelismo. Evita la rima y, en cambio, consiste de pensamientos dobles o triples. El paralelismo se puede definir como dos o más líneas que expresan algo con palabras diferentes pero en forma gramaticalmente similar.
La poesía bíblica consta de cuatro tipos principales de paralelismo.

El paralelismo sinónimo expresa un pensamiento, más de una vez, con una estructura de la frase o forma gramatical similares:

Los cielos cuentan la gloria de Dios,
el firmamento proclama la obra de sus manos. (Salmo 19:1)

En el paralelismo antitético, la segunda línea declara la veracidad de la primera en forma negativa o contrastante:

Porque el SEÑOR cuida el camino de los justos,
mas la senda de los malos lleva a la perdición. (Salmo 1:6)
En el paralelismo culminante, la segunda línea completa a la primera al repetir parte de ella y luego agregándole algo:
Tributen al SEÑOR, seres celestiales,
tributen al SEÑOR la gloria y el poder. (Salmo 29:1)
El paralelismo sintético («que crece») consiste de un par de líneas que juntas forman una unidad completa en la cual la segunda línea completa o expande el pensamiento de la primera (pero sin repetir nada de la primera línea):
Dispones ante mí un banquete
en presencia de mis enemigos. (Salmo 23:5)

El lenguaje peculiar de la poesía

Los poetas hablan un lenguaje propio. Los poetas piensan en imágenes-palabras que nombran algo relacionado con los sentidos o con una acción. La poesía invita al lector a experimentar con sus sentidos, interpretando imágenes: lo que significan, la importancia del tema, los significados de las emociones, si son positivas o negativas.

Así como la poesía bíblica usa el paralelismo, que ya hemos visto, también emplea la comparación. La comparación puede ser en forma de metáfora (se da a entender una comparación) o de símil (una comparación muy clara que usualmente usa expresiones de la forma "como" o "al igual que"). Cuando el lector se encuentra con una metáfora o símil, éste tiene dos tareas: una es conocer las imágenes reales, y luego interpretar esas imágenes en su contexto. Por ejemplo: si el poeta dice que "el Señor es sol y escudo" (Salmo 84:11), primero hay que entender las propiedades que tiene el sol y los escudos. Luego, entender cómo es que Dios es sol y escudo. Podríamos decir que, así como el sol provee vida, Dios también. Así como un escudo protege, Dios nos cuida. Y así sucesivamente.

El poeta recurre a otras formas, como la prosopopeya (tratar algo que no es humano como si lo fuera), la hipérbole (exageración consciente de algo para lograr un efecto), y el apóstrofe (dirigirse a alguien como si estuviera presente y pudiera escuchar).

Ejemplos:

Prosopopeya: "Aun cuando el pie diga: «Yo no soy mano, así que no soy del cuerpo», no dejará de ser parte del cuerpo. Y aun cuando la oreja diga: «Yo no soy ojo, así que no soy del cuerpo», tampoco dejará de ser parte del cuerpo." (1 Corintios 12:15-16)

Hipérbole: "Fueron entonces adonde estaba Juan, y le dijeron: «Rabí, resulta que el que estaba contigo al otro lado del Jordán, y de quien tú diste testimonio, bautiza, y todos acuden a él.»" (Juan 3:26) (Se entiende que no "todos", literalmente).

Apóstrofe: "Y el Señor le dijo: «¿Qué es lo que has hecho? Desde la tierra, la voz de la sangre de tu hermano me pide que le haga justicia.»" (Génesis 4:10)


EL LIBRO DE SALMOS

El libro de poesía más conocido de la Biblia es el libro de Salmos. Reúne un conjunto de poemas para usar en la adoración en el templo de Jerusalén. Todos los salmos son poemas, pero hay que prestar atención a sus diferentes categorías para tener un enfoque correcto.

La categoría más grande de salmos son los de lamento o queja. Incluye una invocación o clamor a Dios, el lamento o queja (una definición de la crisis), la petición o súplica, una declaración de confianza en Dios y un voto de alabar a Dios.

La segunda categoría de acuerdo al tamaño son los salmos de alabanza. Comienzan con un llamado a la adoración, que puede consistir de tres ingredientes: una exhortación a alabar a Dios, el nombramiento de la persona o el grupo al cual se dirige el mandamiento y la identificación del modo de alabanza (voz, arpa, etcétera). Por lo general, se describen hechos o atributos de Dios dignos de alabanza. Los salmos de alabanza concluyen con una nota de finalidad, que a menudo se presenta en la forma de una corta oración o deseo.

Existen muchos tipos de salmos más, como los salmos sobre la naturaleza, los de adoración, los de realeza, los meditativos, los penitenciales, los históricos, los que alaban cualidades, etc.


CANTAR DE LOS CANTARES DE SALOMÓN

El Cantar de los cantares de Salomón es una colección de poemas de amor que juntos hace un poema de bodas (epitalamio) que rodea un solo noviazgo y boda. El escenario es rústico y los amantes se retratan como un pastor y una pastora. Se describe una serie de sentimientos y estados de ánimo como un monólogo interior. El estilo es altamente sensual o sensorial, metafórico, hiperbólico y apasionado. Se incluyen la invitación a amar, la alabanza al ser amado, el cortejo, poemas de boda, cantos de separación, anhelo y reunión, y los llamados blasones emblemáticos, que no son más que comparaciones de rasgos físicos de una persona comparados con un objeto de la naturaleza.


HIMNOS DEL NUEVO TESTAMENTO

En el Nuevo Testamento son muy comunes los poemas líricos. Podemos ver himnos de natividad en la historia del nacimiento de Cristo (Lucas 1-2). También hay fragmentos de himnos en las cartas (Efesios 5:14; 2 Timoteo 2:11-13; Hebreos 1:3; etc.). En Apocalipsis se retratan visiones con himnos de adoración (4:8, 11; 5:9-10; etc.). Caben mencionar tres himnos famosos acerca de Cristo en Juan 1:1-18, Filpenses 2:5-11, y Colosenses 1:15-20.


EL ENCOMIO

El encomio es un poema o ensayo que busca alabar una cualidad o un tipo de personaje generalizado. Su estructura más común es la presentación del sujeto de alabanza, su distinción del resto, una lista o descripción de hechos o cualidades, la naturaleza del sujeto que lo hace superior o indispensable, las recompensas que acompañan a la alabanza, y una conclusión animando al lector a imitar o buscar a ese sujeto de alabanza. Los encomios más comunes que alaban sujetos o cualidades son: la sabiduría (Proverbios 3:13-20; 8), la Ley de Dios (Salmo 119), el amor (1 Corintios 13), y la fe (Hebreos 11). Los encomios más conocidos que alaban tipos de personajes son: la persona piadosa (Salmos 1, 15, 112 y 128) y la esposa virtuosa (Proverbios 31:10-31). El caso de Isaías 53 es muy particular, pues alaba al siervo que sufre.


OTRA POESÍA EN LA BIBLIA

Además de todo lo dicho, hay que notar que la poesía se encuentra a lo largo y ancho de toda la Biblia. Por ejemplo, el libro de Job es un drama que contiene poesía, y los libros proféticos del Antiguo Testamento tienen una forma predominantemente poética. Asimismo sucede con los libros de sabiduría, como Proverbios y Eclesiastés. En las historias del Antiguo Testamento vemos formas líricas, como los cantos de liberación (cántico de Moisés en Éxodo 15 y cántico de Débora en Jueces 5) y una elegía (la elegía de David por Jonatán en 2 Samuel 1). En cuanto al Nuevo Testamento, Jesús es uno de los mejores y más famosos poetas del mundo. Sus discursos son apasionados y llenos de paradojas, gran uso de la imaginación, de metáforas, y de la hipérbole. Sus frases tienen un gran movimiento de paralelismos. Las epístolas están muy cargadas de poesía y el libro de Apocalipsis usa muchos elementos de la poesía, como la imagen, el símbolo y la alusión.

Otras formas literarias en la Biblia

EL DRAMA BÍBLICO

En la Biblia no hay textos escritos para el teatro, pero aún así encontramos drama en todas sus páginas. Las narraciones bíblicas suelen ocurrir muy a menudo alrededor de escenas dramáticas construidas en el diálogo entre personajes en un escenario definido. Aun los libros proféticos son dramas en un escenario mundial. En el Apocalipsis de Juan vemos una fuerte influencia del drama griego al describir escenas y diálogos muy esmeradamente. Es el libro de Job el único que está escrito y estructurado como un drama. Primero se presenta un problema (¿por qué sufren los justos?), y luego los personajes debaten a través de discursos sobre posibles soluciones a ese problema. El enfoque se da en las discordias entre los personajes sobre un ritmo lento. Posee un fuerte estilo poético, donde escasea la acción y abunda la descripción de las ideas.


PROVERBIOS BÍBLICOS

La Biblia está muy cargada de dichos concisos y memorables. La meta de estos proverbios es que sean dichos de sabiduría permanente. son tan simples y fáciles de comprender, como profundos e inagotables en su aplicación. A través de declaraciones breves abarcan temas universales y de importancia mundial. Los proverbios nunca pasan de moda porque son permanentemente confirmados por la experiencia humana misma.


LA SÁTIRA

La sátira es un estilo que expone situaciones o expresiones mediante el ridículo, la reprensión, el vicio o el error humano. A veces es una historia y otras veces, una metáfora (por ejemplo, cuando Jesús llama "sepulcros blanqueados" a los fariseos). A menudo, la sátira va acompañada de un tono cómico o sarcástico. La sátira la vemos en la narrativa al idealizar personajes desconocidos o exponer fallas de carácter de la mayoría de las personas. En los libros de sabiduría podemos ver la sátira cuando los proverbios atacan defectos humanos como la codicia, la pereza, el desenfreno y el error. La mayor acumulación de sátira se encuentra en los libros proféticos, desde donde se ataca la maldad pública desde principios espirituales y morales a través de diferentes técnicas literarias. La sátira abunda en el Nuevo Testamento. Vemos a los fariseos expresarse con desdén satírico y a Jesús expresándose con aluviones de sátira (véase Mateo 23). Las parábolas también poseen sátira al atacar una actitud o comportamiento específicos.


LA EPÍSTOLA

Las Epístolas del Nuevo Testamento son modificaciones de cartas convencionales del mundo clásico. Al igual que las cartas griegas y romanas, las Epístolas contienen una apertura (el que la envía, el que la recibe, un saludo), un cuerpo y un cierre (saludos y deseos finales). Pero dos agregados importantes aparecen en las Epístolas del Nuevo Testamento: el agradecimiento (una oración pidiendo el bien espiritual, y un recuerdo o elogio de las riquezas espirituales de la persona a quien se envía) y la paraenesis (una lista de exhortaciones, virtudes, vicios, mandamientos o proverbios). En cuanto a su estilo, son totalmente literarias. Se usan mucho las imágenes, las metáforas y la paradoja. Se articulan contenidos con paraleiismo, apóstrofes dramáticos, preguntas retóricas, prosopopeyas, preguntas y respuestas, y antítesis. Además, se incluyen proverbios y aforismos.


LA ORATORIA

La oratoria consiste de discursos formales con estilo dirigidos a una audiencia específica. Por la situación específica, se produce un estilo elevado. Por ejemplo, el libro de Deuteronomio es una oratoria completa que presenta el discurso de despedida de Moisés a la nación de Israel. Las historias del Antiguo Testamento presentan muchas oratorias, como la bendición de Jacob a sus hijos (Génesis 49), el momento que Samuel instala a Saúl como rey (1 Samuel 12), el discurso de Salomón y su dedicación del Templo (1 Reyes 8), el discurso de Esdras al restituir la Ley (Nehemías 9). El libro de Job incluye pequeñas oratorias, así como los libros proféticos. Cuando Dios le da la Ley a Moisés (Éxodo-Números) también se emplea la oratoria. Al ver el Nuevo Testamento, los discursos de Jesús son del mismo estilo, siendo el sermón del monte (Mateo 5-7) el más claro ejemplo de oratoria. En el libro de los Hechos vemos ejemplos de oratoria de defensa, sermones y el famoso discurso de Pablo en el areópago de Atenas (Hechos 17). Las cartas no carecen de oratoria tampoco.

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