Lección 5:

Los idiomas bíblicos

Foto: What about Bible translations? Fuente: Bible Gateway

Los cristianos consideramos la Biblia como la fuente de la fe. Sin embargo, sabemos que no fue escrita originalmente en nuestra lengua materna, como el español. Los idiomas en los cuales se escribió fueron el hebreo, el arameo (un primo del hebreo), y el griego. Cuanto más conozcamos de esos idiomas originales, más conoceremos de la Biblia misma, pues con las sucesivas traducciones, hay cambios que modifican y afectan el sentido original.

¿Qué es el idioma? El idioma es el alma del pensamiento. Todo lo que pensamos lo podemos comunicar a través del lenguaje, del idioma. De la misma manera, los escritores plasmaron la inspiración de Dios en sus respectivos idiomas, dándole un sentido especial, un significado particular, un "espíritu" o "alma" a aquello que escribieron. Esto no significa que la Biblia en español no sea válida o no cumpla con su cometido. Sin embargo, al conocer los idiomas originales se nos abre un panorama muy amplio y rico. Ninguna traducción puede jamás reemplazar a los idiomas originales con sus estructuras y formas de contener la revelación divina. Veamos cada uno de esos idiomas de manera superficial para luego, más adelante, profundizar tanto como se desee en el niveles de bachiller avanzado en teología.

HEBREO

Foto: Extant manuscripts of the Hebrew bible . Fuente: www.ancient-hebrew.com


ORIGEN E HISTORIA

En la región de Mesopotamia surgieron varios idiomas, entre los que se encontraban las lenguas cananeas. Una variante de esas lenguas, o dialecto, era el hebreo, que combinaba al fenicio, el ugarítico y el moabita. No se conoce con exactitud el origen de este idioma. Hasta 1974 se tenían los registros más antiguos de los siglos XIV y XV a.C. Entre 1974 y 1976 se encontraron una 17.000 tablillas en Tell Mardikh (la antigua Ebla) en el norte de Siria. Estas tablillas contienen un idioma muy similar al hebreo que se llamó cananeo antiguo, y datan del 2400 a.C. Si bien muchos idiomas, como el inglés y el español, cambian mucho en algunos cientos de años, el hebreo permaneció bastante estable con el paso del tiempo.


FAMILIA

El hebreo pertenece a la familia de los idiomas semíticos. Se dicen de esta manera porque se atribuyen su origen a Sem, el primer hijo de Noé. Estos idiomas se clasifican en sureños (árabe y etíope), orientales (acadio), y noroccidentales (arameo, siríaco, y cananeo -hebreo, fenicio, ugarítico y moabita-).

Foto: Lenguas semíticas Fuente: Wikipedia


CARÁCTER

El hebreo se caracteriza por observar las cosas de acuerdo a su apariencia y no tanto a su esencia. Es decir que es un idioma que se dedica a observar más que a reflexionar. Es un idioma extremadamente simple, conciso, intenso. Eso hace bastante difícil su traducción. Con unas pocas palabras, el hebreo dice muchas cosas. Por ejemplo, el Salmo 23 contiene 55 palabras en el hebreo; la mayoría de las traducciones necesitan al menos el doble para darle todo el significado. Comparemos solamente el versículo 1. En hebreo, luce así, con sólo 4 palabras:

יְהוָ֥ה רֹ֝עִ֗י לֹ֣א אֶחְסָֽר

En español se requieren 8 palabras; el doble.

El Señor es mi Pastor, nada me faltará

El hebreo, como dijimos, es muy sencillo. Pone las ideas y pensamiento en unas pocas palabras y describe las escenas "pintándolas" verbalmente. Nótese el uso de la expresión "he aquí", que se siguió usando durante el Nuevo Testamento. Muchas otras expresiones propias del idioma hebreo (o hebraísmos) buscan ilustrar visualmente las ideas, como "se levantó y se fue", "abrió la boca y habló", "elevó los ojos y vio", "alzó su voz y lloró", etc.

Hay muchos temas teológicos que se pueden comprender en profundidad sólo cuando conocemos las raíces del idioma hebreo. Un claro ejemplo es el mismo Nombre de Dios. YHWH (יְהוָ֥ה, el Señor, Yahvé, Jehová) está relacionado directamente con el verbo "ser" o "causar ser". De hecho, muchos nombres de personajes y lugares cobran sentido al conocer el idioma hebreo.

GRAMÁTICA

Alfabeto y escritura a mano

El alfabeto hebreo (o alefato) tiene 22 consonantes. Este idioma se escribe de derecha a izquierda, justo al revés que la mayoría de las escrituras modernas.

Consonantes

Como dijimos, el hebreo tradicional sólo posee consonantes en su escritura, las cuales podemos ver en los títulos de los versos del Salmo 119.

Foto: Alfabeto hebreo. Fuente: Wikipedia

Vocales

Las vocales no es escribían en el hebreo clásico, sino que las personas entendían durante la lectura dónde estaban. Así como en español leemos "Sr." y entendemos que se lee "Señor", así también el idioma hebreo era completamente así. Cuando la nación de Israel colapsó, los hebreos fueron dispersados y llegó la era cristiana, le hebreo comenzó a ser un "idioma muerto" (como el latín hoy en día), ya ya casi no se hablaba. Por esta razón, cuando el pueblo hebreo comenzó a reunirse otra vez y quisieron recuperar el idioma, tuvieron que modificar la escritura para que todos pudieran leerla. Fue así como los masoretas, grupo mencionado en la lección anterior, agregaron a las letras unos pequeños símbolos que indican las vocales mediante puntos y rayas.

Foto: Why does every vowel has more than one way to be written?. Fuente: Pinterest

Uniones

En el hebreo hay muchas palabras que se escriben juntas mientras que en nuestro idioma no. Preposiciones como "en", "a", "como", etc., se añaden al sustantivo o al verbo que representan, así como el artículo definido "el" y la conjunción "y". Por ejemplo, vemos el ejemplo en Génesis 1:1:

"los cielos y la tierra"

En hebreo sería de la siguiente manera:

הַשָּׁמַ֖יִם וְאֵ֥ת

Aquí se lee: "loscielos ytierra"

SUSTANTIVOS

En el hebreo no hay géneros neutros; todos el masculino o femenino, así como el español (LA mesa, EL auto, LA gente, LOS ríos, LAS personas, etc.). Que una palabra sea masculina o femenina va a depender de su formación o del "carácter" de la palabra. Los sustantivos se forman a partir de raíces comunes, aunque son muy raros los sustantivos compuestos (paragolpe, filosofía, coparticipación, automóvil, etc.). Los sustantivos plurales masculinos añaden -im al final, y los plurales femeninos agregan -oth.

ADJETIVOS

El hebreo no posee muchos adjetivos. Por ejemplo, "doblez de corazón" en el Salmo 12:2 se traduce del hebreo "un corazón y un corazón". "Pesa grande y pesa chica" de Deuteronomio 25:13 es "una piedra y una piedra" en el hebreo original. A su vez, no se utilizan demasiadas comparaciones con adjetivos. "Más que" se traduce del hebreo "desde". Por ejemplo: "La serpiente era astuta, más que todos los animales" de Génesis 3:1 se traduce del hebreo "la serpiente era astuta desde cada animal". La idea de "muy profundo" en Eclesiastés 7:24 se traduce desde el hebreo "profundo, profundo". De ahí conocemos expresiones como "cantar de los cantares", "rey de reyes, "señor de señores", "santo, santo, santo", etc.

VERBOS

Los verbos hebreos, por lo general, parten de una raíz de tres letras. A esa base se agregan vocales, prefijos y sufijos. Los verbos del hebreo se centran más en el significado, tal como dijimos, lo cual no es común en idiomas occidentales, como el nuestro. A su vez, los verbos no abundan de tiempos, sino que dependen mucho del contexto. Básicamente existen el tiempo perfecto (acciones concluidas) y el tiempo imperfecto (acciones no concluidas). El tiempo imperfecto es bastante ambiguo y puede representar pasado, presente y futuro. Hay que mencionar el tiempo profético, el cual es usado por el hebreo, donde un evento futuro se considera tan seguro de suceder que se habla de él como en pasado. Por ejemplo: "Por eso mi pueblo fue llevado cautivo: por su falta de conocimiento. Sus mejores hombres murieron de hambre; sus multitudes murieron de sed." (Isaías 5:13) Cuando Isaías escribió esto, aún no había sucedido aquello.


ESTILO

El hebreo es un idioma muy pintoresco.

VOCABULARIO

Originalmente, la mayor parte de las raíces hebreas expresaron alguna acción física o denotaron algún objeto natural. El verbo «decidir» originalmente significó «cortar»; «ser fiel» al principio significó «estar firmemente fijo»; «estar en lo cierto» significó «estar derecho»; «ser honorable» significó «ser pesado». Los términos abstractos son ajenos al carácter del idioma hebreo; por ejemplo, el hebreo bíblico no tiene palabras específicas para «teología», «filosofía» o «religión». Los conceptos intelectuales o teológicos se expresan por medio de términos concretos. La idea abstracta del pecado se representa por palabras tales como «errarle al blanco» o «torcido» o «rebelión» o «traspasar» («cruzar la línea»). La mente o el intelecto se expresan con la palabra «corazón» o «riñones», la emoción o la compasión con «entrañas» (vea Isaías 63:15). Otros términos concretos en hebreo son «cuerno» por fortaleza o vigor, «huesos» por el yo y «semilla» por descendientes. Una cualidad mental se describe a menudo usando la parte del cuerpo que mejor la representa. La fuerza puede ser representada por un «brazo» o una «mano», y el enojo por la «ventana de la nariz», el desagrado por «caerse la cara», la aceptación por «rostro brillante», pensar por «decir».  

SINTAXIS

La sintaxis hebreo no es muy complicada. Se usan muy pocas conjunciones ("si", "cuando", "porque", etc.). Por lo general, las oraciones se unen con la conjunción "y". Por ejemplo, si leemos Génesis capítulos 1 al 3 en la traducción Reina Valera, veremos que los versículos comienzan con "y", "luego", "entonces", "sino", "pero", mientras que en el hebreo original todos los versos comienzan con "y". Otra característica del hebreo es que no se usa el discurso indirecto ("Samuel dijo que..."), sino que los involucrados hablan por sí mismos mediante el discurso directo ("Entonces dijo Samuel:...")

POESÍA

Muchas de las características de la poesía hebrea se pierden casi en su totalidad en las traducciones, como la asonancia, la aliteración, y los acrósticos. Una característica que sí permanece en las traducciones es el paralelismo que vimos en la lección anterior. Dentro de las varias formas de paralelismo, nos encontramos con las siguientes: sinónimos (líneas paralelas que dicen lo mismo con distintas palabras), antítesis (se expresan ideas distintas y contrarias), forma completiva (una línea que termina el pensamiento de la primera), climácica (una línea paralela toma algo de la primera y lo repite). Hay muchísimas formas más de paralelismo.

FORMAS DE EXPRESIÓN/FIGURAS LITERARIAS

El hebreo abunda en ricas formas de expresión (figuras literarias) que se basan en el carácter y forma de vida del pueblo hebreo. Ciertas expresiones raras, pero bien conocidas, han pasado a la literatura de otros idiomas y vienen del estilo hebreo, como por ejemplo: «la niña de su ojo» (Deuteronomio 32:10; Salmo 17:8; Proverbios 7:2; Zacarías 2:8), y «la piel de mis dientes» (Job 19:20). Algunas de las expresiones más llamativas de las formas de expresión (figuras literarias) del hebreo son difíciles de transferir a otro idioma, tales como «descubrir la oreja», significando «divulgar, revelar». Otras son más familiares, como «endurecer el cuello» para «ser testarudo, rebelde», e «inclinar el oído» para «escuchar atentamente».  

ARAMEO

Un idioma secundario del Antiguo Testamento es el arameo, que se encuentra en partes del libro de Daniel (2:4-7:28) y Esdras (4:8-6:18; 7:12-26). También aparecen frases y expresiones arameas en Génesis (31:47), Jeremías (10:11) y en el Nuevo Testamento.  

Foto: Israel reconoce oficialmente el idioma arameo que hablaba Jesús. Fuente: Aleteia

USO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

Entonces Jacob tomó una piedra, y la levantó como señal. Jacob les dijo a sus parientes: «Recojan piedras». Y ellos tomaron piedras e hicieron un montón, y allí sobre el montón de piedras comieron. Labán lo llamó «Yegar Sadutá», y Jacob lo llamó «Galaad» (Génesis 31:45-47)

Esos versículos reflejan el uso del hebreo y del arameo por dos individuos que eran contemporáneos. Jacob, el padre de los israelitas, y Labán, el arameo, se refirieron al mismo montón de piedras como «testimonio», cada uno usando su propio idioma. Labán usó su propia expresión aramea, pero Jacob usó la expresión hebrea.

Lingüísticamente, el arameo es muy cercano al hebreo y similar en estructura. Los textos arameos de la Biblia están escritos usando la misma forma de escritura que el hebreo. En contraste al hebreo, el arameo usa un vocabulario más amplio, incluyendo muchas palabras prestadas, y una variedad mayor de conjunciones. También contiene un sistema de tiempos verbales muy elaborado con pronombres o con varias formas del verbo «ser».

El arameo tiene tal vez la historia más larga y continua de un idioma vivo que cualquier otro idioma conocido. Se usaba durante el período patriarcal de la Biblia y todavía lo hablan actualmente algunas personas. Del arameo y de su pariente, el siríaco, salieron muchos dialectos en diferentes lugares y épocas. Caracterizado por la simplicidad, la claridad y la precisión, se adaptó con facilidad a las distintas necesidades de la vida diaria. Era un idioma que podían usar los eruditos, los estudiantes, los abogados y los mercaderes. Algunos lo han descrito como el equivalente semítico del inglés.

En forma gradual, especialmente después del exilio babilónico, la influencia aramea se extendió a toda la tierra de Palestina. Parece que los judíos continuaron usando
el arameo durante los períodos persa, griego y romano.

USO EN EL NUEVO TESTAMENTO

En el tiempo del Nuevo Testamento la situación lingüística no es tan simple. Debemos tener en cuenta varios factores importantes. En primer lugar, la nación de Israel que hablaba hebreo fue dividida en dos y quedó bajo diferentes dominios imperiales. El Reino del Norte (Israel) fue dispersado por el mundo por mano de los asirios. El Reino del Sur (Judá) se convirtió en una provincia de Babilonia. Aquí ya podemos ver que estos imperios comenzaron a imponer su idioma por sobre el hebreo, surgiendo diferentes dialectos. Sumado a esto, luego de la dispersión de Israel, el imperio griego tomó control del territorio imponiendo su cultura helénica junto con el idioma griego. Por último, el imperio romano venció al griego y fue imponiendo poco a poco el latín. Es en este punto histórico que Jesús llega al mundo y tenemos el panorama del Nuevo Testamento, con un crisol de imperios y pueblos, e idiomas y dialectos conviviendo entre sí. Por esto, no es tan simple definir qué idioma se hablaba en ese tiempo. Si bien el arameo era un idioma ampliamente extendido, veremos otros que existen simultáneamente. Lo nombres de las personas, por ejemplo, reflejan distintas lenguas, como el arameo (Bartolomé, Bar-Jonás, Bernabé), el griego (Andrés) y el latín (Marcos), así como el hebreo. Otro ejemplo lo vemos en la crucifixión de Jesús (Juan 19:19-20) donde fue colocado un cartel sobre la cruz escrito en hebreo, griego y latín.

GRIEGO

Foto: Leer la Biblia en griego koiné. Fuente: Aprende Latino

Como instrumento de comunicación, el idioma griego es hermoso, rico y armonioso. Es una herramienta apropiada para ambos, el pensamiento intenso y la devoción religiosa. Durante su período clásico, el griego fue el idioma de una de las culturas más grandes del mundo. Durante ese período cultural, el idioma, la literatura y el arte florecieron más que la guerra. La mente de los griegos estaba preocupada con ideales de belleza. El idioma griego reflejaba el arte en sus diálogos filosóficos, en su poesía y en sus discursos ceremoniales. El idioma griego también se caracterizaba por su fuerza y vigor. Tenía variación y efectos notables. El griego era el lenguaje de las discusiones, con un vocabulario y estilo que podía penetrar y aclarar fenómenos en vez de sólo relatar historias. El griego clásico desarrollaba, de manera compleja, muchas formas de unas pocas raíces de palabras. Su compleja sintaxis permitía complicados arreglos de palabras para expresar finos matices de significado.  

HISTORIA ANTIGUA

Foto: Sistemas de escritura cretenses. Fuente: Apuntes de historia universal

Los orígenes del idioma griego no son demasiado claro, pero se encuentran los antecedentes más antiguos en documentos miscénicos y minoicos que usan tres tipos de escritura: los jeroglíficos minoicos (los más tempranos), linear A y linear B (los posteriores). Luego de las invasiones dóricas (1200 a.C.), esta escritra desapareció hasta que se dio a la luz una escritura griega distinta cerca del siglo VIII a.C. Esa forma de escribir estaba basada en un abecedario que aparentemente se tomó prestado de los fenicios y luego fue adaptado al sistema de sonidos griegos del habla y a la dirección de su escritura. Al principio, el griego se escribía de derecha a izquierda, al igual que los idiomas semíticos del oeste, luego en un patrón de un lado al otro y finalmente de izquierda a derecha.

Durante el período clásico (siglos V a IV a.C.), la cultura griega alcanzó su esplendor artístico y literario. La lengua de este tiempo en Grecia se denominaba griego ático, que llegó a ser el idioma oficial e internacional de la zona este del Mediterráneo.

EL HELENISMO Y EL DIALECTO KOINÉ

Foto: Helenismo y mundo latino. Fuente: Filosofía - IES Casas Viejas

Las conquistas de Alejandro Magno fomentaron la difusión del idioma y la cultura griegos. Los dialectos regionales fueron, en su mayor parte, reemplazados por el griego «helenístico» o «koiné» (común). La lengua griega koiné es un dialecto preservado y conocido a través de miles de inscripciones que reflejan todos los aspectos de la vida diaria. Éste fue usado ampliamente en las ciudades y, al ser más simple, se utilizó en la cultura mundial. El idioma griego, como resultado de su evolución de clásico a koiné, perdió mucha de su elegancia y de sus matices de significado. Sin embargo, mantuvo sus características distinguidas de fuerza, belleza, claridad y poder retórico lógico.  

LA SEPTUAGINTA

Foto: La Septuaginta: la primera traducción de la Biblia en otro idioma, griego. Fuente: Greek Reporter

La traducción al griego de las Escrituras hebreas fue un acontecimiento trascendental. La Septuaginta (la primera traducción griega del Antiguo Testamento) tuvo más tarde una fuerte influencia en la manera de pensar cristiana. Una consecuencia necesaria del hecho que los escritores hebreos usaran el idioma griego fue que el espíritu griego y las formas de pensamiento griegas ejercieron influencia sobre la cultura judía. Muy pronto los judíos tomaron algunas expresiones del rico y refinado vocabulario griego para manifestar ideas que estaban más allá del alcance de la terminología hebrea. También las expresiones griegas antiguas alcanzaron nuevos y más amplios significados en esta traducción del Antiguo Testamento hecha por judíos que hablaban griego.  

EL GRIEGO DEL NUEVO TESTAMENTO

Foto: Ancient New Testament Manuscripts. Fuente: Goshen Baptist Church

Aunque la mayoría de los autores del Nuevo Testamento era judía, escribió en griego, que era el idioma universal de su época. Vemos la influencia del griego, por ejemplo, en los escritos de Juan, al hablar del logo, o en Pablo, quienes conocía a muchos autores griegos. De hecho, aún no se sabe con certeza si Jesús hablaba hebreo, arameo o, incluso, griego. Lo que sí se sabe es que las escrituras se redactaron en griego koiné para ser esparcidas por todo el imperio rápidamente. Aún así, no fue un griego "puro", sino que recibió la influencia semítica de sus autores hebreos.

VOCABULARIO

El vocabulario del Nuevo Testamento griego es amplio y suficiente como para comunicar el matiz de significado que desea el autor. Por ejemplo, en el griego existen varias palabras para "amor", dos palabras para "otro", varias palabras para diferentes clases de conocimiento. Hay palabras griegas que en su uso en el Nuevo Testamento cobran otros significados, como "vida", "muerte", "gloria", e "ira". Otros ejemplos con "agua", "lavar", "bautismo", que representan otros conceptos más allá de su significado literal.

GRAMÁTICA

Como muchos idiomas de origen similar, las palabras griegas se modifican al agregarles partes en el inicio (prefijos) y al final (sufijos). A estos cambios gramaticales se les llama flexiones. Esta capacidad que tiene el griego de ser modificado para expresar específicamente lo que uno quiera, lo hace menos susceptible a ambigüedades o diferentes interpretaciones de una palabra. En cuando a los géneros, el griego tiene un género neutro, uno masculino y uno femenino. El sistema de verbos en el griego es bastante complejo, permitiendo transmitir un amplio abanico de matices de significado. Cada verbo griego tiene cinco aspectos: tiempo, modo, voz, persona y número.

  • Tiempo. Es la "clase de acción" o el momento en el que ocurre algo. Es un aspecto muy difícil de traducir a otros idiomas.
  • Modo. La forma en que se entiende una acción. Si es real o no, si es una acción demandada por alguien, si depende de otras acciones, si es infinitivo.
  • Voz. Si la acción proviene o es dirigida al sujeto, o si es hacia adentro.
  • Persona. Quién realiza la acción.
  • Número. Cuántas personas realizan la acción.

ESTILO

En el Nuevo Testamento vamos a encontrarnos con una amplia variedad de estilos de uso del idioma griego por parte de sus escritores. Por ejemplo, Mateo usa un estilo menos pintoresco que Marcos, mientras que Lucas tiene un estilo más elegante. Juan, por su parte, tiene un estilo más simple. En caso de Pablo e especial porque varía su estilo dependiendo a quién le escribe. Las cartas a los tesalonicenses son más directas en su forma de expresión, y las cartas pastorales (Timoteo y Tito) tienen un estilo no tan judío. Por el contrario, la carta a los hebreos es más elegante con un estilo judío-griego. Santiago tiene una cualidad cultural alta, pero no es tan sensible como Hebreo. Las cartas de Pedro carece de elegancia, reflejando un estilo semítico. La carta de Judas contiene dicción elevada y a veces laboriosa, y muestra la influencia del estilo judío. El Apocalipsis tiene un estilo generalmente simple, fuertemente influenciado por el semitismo al usar paralelismos y redundancia.

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