Lección 6: La Cena del Señor

La Cena del Señor. Fuente: Dosis de Doctrina

En las iglesias se celebra, aproximadamente una vez al mes, lo que se llama Cena del Señor, Santa Cena, e incluso, Eucaristía (que en griego significa "acción de gracias" o "agradecimiento"). El apóstol Pablo resume de esta manera esta celebración:

"Yo recibí del Señor lo mismo que les he enseñado a ustedes: Que la noche que fue entregado, el Señor Jesús tomó pan, y que luego de dar gracias, lo partió y dijo: «Tomen y coman. Esto es mi cuerpo, que por ustedes es partido; hagan esto en mi memoria.» Asimismo, después de cenar tomó la copa y dijo: «Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; hagan esto, cada vez que la beban, en mi memoria.» Por lo tanto, siempre que coman este pan, y beban esta copa, proclaman la muerte del Señor, hasta que él venga. " (1 Corintios 11:23-26)

INTERPRETACIONES DE LA EUCARISTÍA

Algunas iglesias cristianas tienen diferentes formas de interpretar la Cena del Señor. Mencionaremos las más importantes:

1. Transubstanciación
Esta es la posición de la Iglesia Católica Romana. Transubstanciación significa "conversión total de una substancia en otra". Es decir, la substancia del pan se convierte en el cuerpo de Cristo, y la substancia del vino, en la sangre.
Sin embargo, es muy significativo que esta palabra y este concepto no aparece en ninguna parte de la Biblia. Nos preguntamos entonces, ¿desde cuándo se comenzó a adoptar esta idea? Fue alrededor del año 844 DC, cuando un fraile llamado Pascacio Radber se expresó de esta manera:  

"Mientras que para los sentidos el pan y el vino de la eucaristía permanecían inmutables, por un milagro, la substancia del cuerpo y de la sangre de Cristo, el mismo cuerpo que era suyo sobre la tierra, se hacía presente en ellos. Por otra parte, este cambio ocurre solamente para los que creen y lo aceptan por la fe, y que no es efectivo para los que no creen."

Al principio tuvo mucha oposición su doctrina, pero poco a poco fue siendo aceptada, hasta que en el IV Concilio de Letrán, en el año 1259 se aprobó la adoración de la hostia, y más adelante se consideró que, si el vino era la sangre de Cristo, se debía tener mucho cuidado para que no se derrame y sea profanada, por lo tanto, se privó dar primeramente el vino a los niños y luego a los laicos (los que no son sacerdotes).
Ahora, nos resulta difícil aceptar como doctrina la transubstanciación porque, primeramente, no figura en la Biblia y en segundo lugar, porque no fue aceptada por la iglesia por más de 800 años. También nos cuesta admitir que sólo el sacerdote beba de la copa, simplemente porque Jesucristo ordenó: "Bebed de ella (de la copa) todos" (Mateo 26:27). Tampoco utilizamos la hostia, sino el pan, porque el uso de la hostia es de origen pagano y significa "lo que se ofrece en sacrificio". Porque ya Cristo fue ofrecido una sola vez y para siempre por nuestros pecados. (Hebreos 10:12)
2. Consubstanciación
Significa que es de la misma substancia. Es decir que Jesucristo está presente en la eucaristía y que el pan y el vino conservan su propia substancia y no una mera apariencia. (Esta es la doctrina de la iglesia Luterana)
Martín Lutero defendió la presencia real de Jesucristo en los elementos del pan y del vino, pero rechazó la transubstanciación. Para él, Jesucristo está en, con y bajo los elementos del pan y del vino.
La posición de Lutero no es muy diferente a la doctrina Católica Romana en cuanto a la presencia de Jesucristo en los elementos. Para ambos Jesús está allí, es real, y en la Santa Cena comemos su cuerpo y bebemos su sangre. Para los Católicos en el momento de la consagración ocurre el milagro de la transformación de la substancia, y para los luteranos el pan sigue siendo pan, pero Cristo está allí.
De estas interpretaciones existe la tendencia de creer que por medio de una comida sagrada somos santificados, cuando no es así. Porque la Biblia dice: "el reino de Dios no es cuestión de comida ni de bebida" (Romanos 14:17) y Jesucristo dijo: "Lo que contamina al hombre no es lo que entra por su boca. Por el contrario, lo que contamina al hombre es lo que sale de su boca. ¿No entienden que todo lo que entra por la boca se va al vientre, y luego se echa en la letrina?" (Mateo 15:11,17), inferimos que tampoco lo que entra por la boca puede santificar o hacernos partícipes de la naturaleza divina; pues si no puede contaminar, tampoco puede santificar. La realidad de la presencia de Cristo no pasa por la boca ni por el estómago sino por el Espíritu.

SIGNIFICADO DE LA CENA DEL SEÑOR

PARA LA CENA DEL SEÑOR. Fuente: Desafio Joven

¿Qué significa, entonces, la Cena del Señor?
1. Es un simbolismo.
Cuando Jesucristo dijo: "Esto es mi cuerpo" quería significar "esto representa mi cuerpo" en el mismo sentido que cuando Cristo dijo "Yo soy la puerta" o "yo soy la vid". A nadie se ocurrirá pensar que nuestro Señor en un determinado momento se transforma en una puerta o en una vid. Por lo tanto, el pan simboliza el cuerpo de Cristo, y el vino simboliza la sangre de Cristo. Porque la alimentación espiritual de los creyentes y la recepción del Espíritu Santo no vienen por los sacramentos sino al oír con fe la Palabra de Dios. (Gálatas 3:5)
2. Es un recordatorio.
Jesús dijo: "Hagan esto en memoria de mí" (Lucas 22:19). Por lo tanto, la Santa Cena es una ocasión propicia para recordar el sacrificio de Jesucristo en la cruz por nuestros pecados.
3. Es un anuncio.
"[...] siempre que coman este pan, y beban esta copa, proclaman la muerte del Señor, hasta que él venga." (1 Corintios 11:26) La Cena del Señor es una proclamación o predicación de la muerte de Jesucristo tanto para la iglesia como para los que no son cristianos.
4. Es una fiesta.
"[...] celebremos la fiesta, pero no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad." (1 Corintios 5:8)

5. Es el preludio de otra gran Cena en el cielo.

"[...] el ángel me dijo: «Escribe: "Bienaventurados los que han sido invitados a la cena de las bodas del Cordero.»" (Apocalipsis 19:9) Es un anticipo del cielo, cuando el reino de Dios haya sido establecido. Jesucristo profetizó este día diciendo: "[...] yo les digo que no volveré a beber del fruto de la vid hasta que venga el reino de Dios." (Lucas 22:18)
6. Es la ocasión para un auto examen.
"[...] cada uno de ustedes debe examinarse a sí mismo antes de comer el pan y de beber de la copa" (1 Corintios 11:28) "Si nos examináramos a nosotros mismos, no seríamos juzgados; pero si somos juzgados por el Señor, somos disciplinados por él, para que no seamos condenados con el mundo." (1 Corintios 11:31-32)  

REQUISITOS PARA PARTICIPAR DE LA CENA DEL SEÑOR 

1. Estar bautizado.
Aparte del Nuevo Testamento existe un documento histórico llamado Didajé o Doctrina de los Apóstoles, escrito a fines del primer siglo de la era cristiana, el cual se empleaba para la instrucción de los nuevos creyentes. En un párrafo encontramos esta recomendación:
"Que nadie, empero, coma ni beba de vuestra Acción de Gracias (eucaristía) sino los bautizados en el nombre del Señor." (Cap. 9:5)
La Santa Cena es un patrimonio exclusivo que Jesucristo ha dado a la iglesia, de la misma manera que la Pascua a los israelitas. Éxodo 12:43 "Esta es la ordenanza de la Pascua; ningún extraño comerá de ella."
2. Estar en plena comunión con la iglesia.
La Palabra de Dios nos enseña que no debemos juntarnos y ni siquiera comer con ninguno que "llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis." (1 Corintios 5:11)
Evidentemente, para participar de la Santa Cena se requiere, además del bautismo en agua, que cada uno viva de acuerdo a las enseñanzas del Nuevo Testamento, es decir, con una conducta irreprensible. Dentro de su conocimiento y posibilidades, muchas veces en la iglesia se aplican medidas disciplinarias con aquellos que han pecado, privándoles de cualquier servicio o ministerio y también de la Cena del Señor, hasta el tiempo de su restauración.
3. Participar dignamente.
"Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí. Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen." (1 Corintios 11:29)
La Cena del Señor no es como cualquier otra cena o comida. Cualquiera que participa sin pensar en lo que está haciendo, es decir, sin discernir el cuerpo del Señor, atrae sobre sí mismo el juicio y el castigo del Señor.

¿Qué piensas?

¿Te gustaría ser parte del cuerpo de Cristo? ¿Entiendes que Él fue castigado y herido por nuestra culpa? ¿Sabes que su sacrificio te reemplazó a ti en tu lugar de castigo? ¿Comprendes que su cuerpo partido y su Sangre derramada te da entrada a los Cielos, a las moradas eternas?

Iglesia Visión, Fe y Acción - MCyM
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